Limpiar las tuberías con agua, sal, vinagre y bicarbonato
Las limpiezas de tuberías se hallan entre los trabajos que pueden realizar los propios usuarios. Se trata de intervenciones que deben darse sobre incidencias no demasiado complejas... sobre atascos no consistentes y que pueden ser retirados mediante productos fáciles de encontrar. Los desatascos y limpieza casera de tuberías se llevan a cabo en instalaciones como fregaderos, lavabos, bañeras, bidés... en toda aquella instalación que esté accesible para los usuarios. El personal no profesional no debe actuar nunca directamente en las tuberías, ni intentar acceder a ellas.
Limpiar las tuberías con agua, sal, vinagre y bicarbonato es una de las alternativas disponibles... una tarea que puede solucionar problemas sin necesidad de perjudicar las instalaciones ni gastar dinero. Hay que hacer un preparado que consiste en: medio vaso de bicarbonato, otro medio vaso de vinagre y varios litros de agua caliente con sal.
Sobre el sumidero se vierte el medio vaso de bicarbonato. Es relevante que el sumidero se encuentre bien seco, pues de lo contrario no se producirá la reacción requerida. Esta reacción se propiciará a través de la asociación de los dos elementos, asociación que actuará eficientemente contra la obstrucción que no deja pasar el agua. Después de esperar unos 20 minutos, hay que echar el agua salada hirviendo, lo que ultimará la tarea.
Hay otras instalaciones que no pueden intervenirse de esta manera. Es el caso de los WC. Sanitarios como los inodoros tienen agua continuamente en el fondo, estén o no atascados, por lo que deben emplearse otros métodos. Para limpiar el desagüe y el conducto principal del inodoro, hay que provocar un efecto de vacío en el propio hueco. Para ello, se dispondrá de una fregona. Alrededor de su mocho se colocará una bolsa de plástico de manera que quede bien ajustada y fija. El siguiente y definitivo paso es meter el desatascador casero por el hueco, hasta hacer un efecto vacío y por lo tanto la resolución del atasco.